Referencias Jacobea en Cataluña

Justificación

Santiago de Compostela ha sido durando muchos siglos uno de los centros de peregrinación más importante del cristianismo. Según la tradición cumplía un requisito esencial, resguardar la tumba con las reliquias del Apóstol Santiago el Mayor o Boanerges, hijo del trueno o relámpago. Así nació el camino de Santiago de Galicia como arteria principal de las rutas jacobeas que procedían de todo Europa, hasta llegar a la tumba del Apóstol en Galicia.
Existe la sensación que Cataluña se ha mantenido al margen del movimiento jacobeu y de la peregrinación en Santiago de Compostela. Pero la realidad es muy diferente. Históricamente Cataluña se un país que, desde el primer momento, conecta con todo el mundo jacobeo, como se ha podido demostrar en publicaciones recientes.

El culto religioso al Apóstol Santiago en Cataluña fue mucho frecuentando desde los primeros siglos medievales. El nombre de Jaume deriva del nombre hebreo Iacob, como los Iacobus, Jakobs, Chaqués, Yago, Diego, Santiago (Santo-yago) James, Jactem, Jaume, Giacommo. El nombre de Jaume, fue muy usado en Cataluña, donde lo llevaron seis abades de Montserrat (s. XIV-XVI), y las dinastías reales, dos Condes de Barcelona y reyes de Aragón, dos Condes de Urgell y tres reyes de Mallorca. El primer rey catalanoaragonés que llevó el nombre de Jaume, fue Jaume I el Conquistador. En los reinos de Castilla, León y Navarra ningún monarca llevó el nombre de Santiago.

Cataluña tiene cerca de 300 iglesias en advocació a SantJaume. En ninguno otro país es tan usado el nombre como aquí. Muchos pueblos celebran la fiesta mayor en la fecha del mes de julio que corresponde a Santo Jaume, el día 25. Lugares cómo. Font Romeu, Font Bordonera, Pie de Romeu, Santa Maria del Camí, el Hospitalet, Portal de los Romeus, etc., hacen referencia a lugares miedo donde pasaban los peregrinos.

Situación

En casi todos los pueblos y ciudades por donde pasan los caminos de peregrinaje en Santiago, que acogían el paso de los peregrinos que iban a postrarse delante del sepulcro del Santo, nacieron leyendas y tradiciones que tuvieron un arraigo muy importante y que se la herencia de un pasado majestuoso, pleno de importancia, y que configuró la tradición Jacobea y la confirmación del Camino de Santiago.
Tenemos leyendas cristianas y tradiciones muy conocidas y famosas en todo los caminos Jacobeos de toda la Península. En el clásico camino francés que tiene su inicio a Roncesvalles está pleno de referencias a la presencia del Santo. Presencias de todo tipos, tanto en actos guerreros como en hechos milagrosos. Todos estos milagros y leyendas están datados a partir del año 800, momento en que tuvo lugar el hallazgo de los despojos del Santo.

Cataluña no es una excepción, bien al contrario, concretamente tenemos la primera leyenda cristiana del hecho Jacobeo, y que, todavía, en la actualidad se celebra. Es la leyenda del Pie de Romeu, de Lleida.
El primer milagro Jacobeu sucedió en Zaragoza, donde se apareció la Virgen, en cuerpo mortal, a Santiago encima de un pilar.

Dice la leyenda, que Santiago desesperado y cansado de su apostolado por la península, y en su regreso en Jerusalén, se detuvo en Zaragoza, donde se le apareció la Virgen Maria, a quien conocía de Palestina, en un pilar de piedra o columna, para consolarlo y animarlo.
Pilar queda así unido a unos de los símbolos jacobeos más importantes. También se narra este hecho a Muxía (Finisterre) donde la Virgen también acudió a consolar Santiago Boanerges, considerado hermano de Jesús por algunos, y por lo tanto con una gran proximidad en Maria.
La basílica de Pilar de Zaragoza es uno de los más importantes símbolos sagrados de la peregrinación en Santiago.

Referencias jacobees en el Camino Catalán de Santiago – Cronología

En la ruta que seguían los peregrinos antes del siglo XII desde Cataluña a Compostela, es bastante difícil de precisar un camino único, pero, desde 1119, cuando Alfons el Batallador conquista la ribera del Ebro y en el 1149, Ramon Berenguer IV conquista Lleida, la mayoría de los peregrinos seguían el recorrido de la vieja vía romana, por Lleida y después por la ribera del Ebro, hasta Logroño, puesto que no debían de pasar por tierras de dominación islámica.
Históricamente Cataluña, desde el primer momento, conecta con todo el mundo jacobeo según consta documentalmente. Haciendo un breve repaso a la documentación relacionada con el hecho jacobeo, encontramos una serie significativa de datos:

El año 905, el obispo de Urgell consagra la iglesia vieja de Frontanyà bajo la advocació de Santo Jaume, ante la presencia de los dos hijos del conde Guifré el Pilós. Este templo inicia la serie de iglesias catalanas que desde el siglo X hasta el siglo XII «tiene por finalidad la peregrinación a Santo Jaume de Galicia», como afirma Puig y Cadafalch.
El año 959, hay constancia del peregrinaje del abad Cesareo, de Santa Cecília de Montserrat, «yo acudía en la casa de Santo Jaume de Galicia, suyo apostólica, donde está enterrado en su apostólica Galicia». El abad Cesareo iba a la sede episcopal de Santiago, y no a Roma, cuando pretendía la sede episcopal de Tarragona.

El año 1036, llega de Compostela Santo Ermengol, obispo de Urgell; el 1057, Ermesinda de Carcasonne, esposa de Ramon Borrell, Conde de Barcelona.
El año 1173, el monje del Monasterio de Ripoll, Arnaldo del Monte, llega a Compostela, donde fue a copiar el Codex Calixtinus. Hoy se conserva, menos el primer capítulo y parte del quinto, en el Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona.
El año 1195, un peregrino ilustre fue Alfons II, Conde de Barcelona y Rey de Aragón.

El año 1218, el rey Jaume, decretó que los peregrinos sólo pudieran ser castigados por los delitos que hicieran durante el peregrinaje, nunca por los anteriores.
Los años 1362 y 1395, los papas Urbano V y Bonifaci IX, concedieron privilegios espirituales a los peregrinos que confesaran en Montserrat sus pecados. Montserrat era uno de los lugares más visitados y se constituía a sí misma como un centro de peregrinación, tanto de ida como de vuelta de Santiago de Galicia.

Referencias jacobeas en el Camino Catalán de Sant Jaume de Galicia – Orografía

L’Hospitalet de Llobregat

La ciudad tuvo uno de los delgadas hospitales de peregrins en Cataluña de aquí su nombre.
La parte de montaña de la ciudad se denominaba Samontà y la parte baja, Marina.
El término municipal de l´ Hospitalet es remonta en el siglo X y una de las parroquias Santa Eulàlia de Provençana a los siglos X y XI. El siglo XII se caracteriza por un crecimiento manifiesto de la población de la parroquia. Síntoma d´este crecimiento es la formación d´un nuevo núcleo de población: L´Hospital.
El 1215 se encuentra documentado por primera vez el topónimo de l´Hospital de Provençana. Se trata d´un lugar situado a ponente del término parroquial borde el término vecino de Cornellà. La aparición de este topónimo indica la presencia de un hospital construido mucho antes d´esta fecha. Hay que tener en cuenta que tiene que pasar un cierto tiempo por tal que un nombre de lugar se popularice y se difunda primero verbalmente y después por escrito. Jaume Codina propone que este hospital fue fundado por l´orden religiosomilitar de San Juan de Jerusalén o de los hospitaleros durante l´último cuarto de siglo XII. Desgraciadamente no s´han encontrado referencias documentales que confirmen esta hipótesis. Si que se habla d´un albergue donde se practicaba la beneficencia, la caridad, el refugio a viajeros y a peregrinos. Estaba situado al pie del camino Real, cerca de la Torre Blanca y ofrecía el servicio a los viajeros que iban a Barcelona o venían.

Se impondrá el nombre de l´Hospitalet al final del siglo XIII cuando se construye un nuevo hospital por parte de Pozo Genaver y Joan Ramon. Este hospital sustituye al que fue edificado antes. La aparición de este hospital o quarenter más moderno tuvo como consecuencia un cambio de denominación del lugar progresivamente.

Abrera

En el siglo XV o XVI se formó la calle Mayor («la calle», dicen los papeles de la época, porque no había ninguno más), a lo largo del camino real de Barcelona en Lleida y Zaragoza, y entre el siglo XVI y el XVII

Montserrat

Cuna espiritual de Cataluña, montaña de la comarca del Bages es también y, muy especialmente, una montaña símbolo de un pueblo. Está situada a mediodía de la comarca. Los municipios de Monistrol y Marganell se reparten la mitad del territorio monserratí, la otra mitad corresponde a los del Brezo y de Collbató, de las comarcas de la Anoia y del Baix Llobregat respectivamente.

Igualada

Hospital de Agualada o Aqualata – Sant Bartomeu

La ciudad tuvo desde el siglo XI, hospital, todavía no se sabe donde estaba ubicado. En aquella época la población de Igualada era incipiente y la existencia de un hospital hace sospechar, que una finalidad era la de ofrecer acogida a los numerosos peregrinos que seguían el camino de Santiago.

Su función, era más benéfica que sanitaria, mayormente se dedicaba más a acoger peregrinos y enfermos pobres, que a curarlos. De esto se deduce que el rey Ferran de Antequera, que murió en la ciudad en 1416, se fue a curar en una casa benestant de la calle Nueva, y no al Hospital. Después lo enterraron al Monasterio de Poblet.
Mn. Joan Segura en la suya Historia de Igualada dice que existió una peste bubònica en el siglo XVI, «originada según parece por un peregrino del Rosselló, denominado Nicolau, el cual murió en el Hospital de Santo Bartomeu».

Iglesia de Sant Bartomeu

La iglesia de Santo Bartomeu, fue derrocada en 1935. El año 1394 hay referencias de un peregrino que fue detenido cuando vendía de peregrinaje y otro del 1430, de un peregrino, natural de las Indias, que iba a visitar los sepulcros de Jerusalén, Roma, Santo Jaume de Galicia, y las capillas de Santo Bartomeu.
En el año 1884 en el retablo de la iglesia había la imagen de la Virgen María de los Desamparados, una imagen del apóstol Santo Bartomeu, y a cada lado las imágenes escultóricas de Santo Marcos y Santo Jaume. En el segundo altar se veneraba la Virgen María de Pilar.

En una pared, bajo el corazón, había, sujetado por unos hierros, una gran cruz de madera, de 8 cm. de ancho, por 2,5 de grueso, y una longitud de 2,70
m por 2,20 m de crucero de brazos. Según la tradición, esta cruz la lleva un peregrino, que murió en el Hospital de Santo Bartomeu, cuando volvía de Santo Jaume de Compostela, haciendo cumplimiento de una penitencia.

Santa Maria del Camí

Situada al pie del camino real de Barcelona en Aragón. Existía antes del 1228, fecha en qué fue cedida al monasterio de Santa Cecília de Montserrat.

Montmaneu

Mencionado por Domenico Laffi Boloñés, como Memenen (diminutiu de «mesón») en su diario de 1673, a su retorno de Santiago. El castillo y la parroquia de Montmaneu (Monte Mandáis y Monte Menet) aparece a los documentos desde el S XI. Existió un antiguo hospital de peregrinos.

Pallerols

Denominado antiguamente Alcala, cuando fue fortaleza muslina. Hay la iglesia de Sant Jaume de Pallerols, SXII. El 1685, y dentro del pueblo existió un hospital de peregrinos con rentas para dos camas por enfermos que estuvieran de paso.

Hostalets

Mencionado por Domenico Laffi Boloñés, como Mesoncillos (diminutivo de «mesón») en su diario de 1673, a su retorno de Santiago.

Cervera

Se instalaron en la población los hospitaleros (1111), que fundaron la orden de Cervera, una de las más antiguas de Cataluña.

Tàrrega

Existió hospital para peregrinos en el siglo XIV.

Vilagrassa

Tiene su origen en una villa romana del Bajo Imperio. Existió hospital para los peregrinos.

Anglesola

Arnau Berenguer de Anglesola fundó al 1139, el hospital para peregrinos y pobres, que dotó con los derechos de algunas de sus posesiones, ratificadas por su hijo Bernat de Anglesola, que confió la dirección al abad de Poblet.

Castellnou de Seana

Tuvieron posesiones dentro del término de la orden del templo, después hospitaleros de peregrinos.

El Palau d’Anglesola

Parece que el origen de la población se encuentra en un palacio o almunia árabe, que fue conquistada por Ramon Gombau de Anglesola, que desprendido del 1317, pasa a los hospitaleros de Lleida. El año 1405, se vende el palacio a la orden de San Juan de Jerusalén y esta pasa a formar parte de la orden hospitalaria de l’Espluga Calba. El Palacio continúa a la señoría de la orden de los hospitalers, que llevará hasta el siglo XVIII.
El 1322, el señor del Palacio de Anglesola, el comanador de Montalbà, era de la orden militar de Uclés o de Santo Jaume del Espasa. El año 1405, se vendió el Palacio a la orden de San Juan de Jerusalén y esta pasó a formar parte del comando hospitalera de l’Espluga Calba, que perduró hasta el siglo XVIII.

Bell-lloc d’Urgell

Mencionado por Domenico Laffi Boloñés, como Beglioch, en su diario de 1673, a su retorno de Santiago.

Alcoletge

Aquí se establecieron las monjas de Juncales, religiosas hospitaleres, conocidas como Monjas Santiaguistes donde mantuvieron una jurisdicción dominical. Estas monjas, conocidas como las Damas Nobles de Santiago tuvieron su monasterio en la calle Juncales de Barcelona, y estuvieron muy relacionadas con la orden de Santiago. El acceso a la orden era restringido, a damas de la nobleza, y se los permitía una vida en común, con un ambiente religioso, sin ningún vínculo de votos, pudiendo casarse cuando quisieron. El convento era de clausura y vestían un hábito oscuro con ornamenta de color amarillo y llevaban bordado al pecho una cruz-espada de Santiago.
Los inicios de la orden fueran al monasterio de Juncales, término del Castillo de Terrassa y ahora de Sabadell.

Lleida

De esta ciudad hay noticías del paso de clérigos y peregrinos yendo y viniendo de Roma a Santo Jaume de Galicia. El año 1485 se iniciaron las obras del nuevo Hospital de Santa Maria, mientras desde el 1483, existió una orden para reparar el hospital de los Antonianos, que daba nombre en el portal de Sant Antoni, hoy avenida de Cataluña. Lleida tuvo 7 hospitales de peregrinos, como también tuvieron hospital Cervera e Igualada.

Capilla de Peu de Romeu Lleida

Leyenda de los fanalets

Las noticías históricas más antiguas sobre la leyenda jacobea de los fanalets son de la época del Renacimiento, y sobre la devoción de los leridanos al apóstol Santo Jaume, a los tiempos más inmediatos de la Reconquista (s. X).
En Lleida, donde confluían casi todas las rutas catalanas, llegó un peregrino que volvía de Finisterre y entró a la ciudad por el camino de Zaragoza, por la puerta de Sant Antoni. Andaba con los pies descalzos y cojeando, pues llevaba clavada una espina en un pie. Por el dolor de la herida se detuvo y los gemidos de su sufrimiento atrajeron la atención de los ángeles, otros dicen que eran leridanos, con unas farolas encendidas que iluminaron la oscuridad de la noche. Lo ayudaron a sacarse la espina y lo acompañaron en el Hospital de en Serra. Al día siguiente, se manifestó a los leridanos, que habían acudido ante el insólito hecho, como el Apóstol Santo Jaume y la razón de su peregrinación, anunciar en el pueblo la vida de Jesús, la pasión y la muerte.
Desde tiempo inmemorial celebran este hecho histórico, todos los años, la vigilia de Santo Jaume al atardecer. La chiquillería de Lleida, participa en una procesión con farolillos encendidos acompañante la imagen de Santiago, por el trayecto tradicional, desde la capilla de Can Serra a la capilla del Peu de Romeu.

La Agrupación Ilerdense de Pesebristas es la entidad que vela por la organización de la Romería y también del concurso de fanalets artísticos, con la colaboración de instituciones y asociaciones ciudadanas reunidas al fomentar y mantener esta antigua y singular tradición.

Lleida en el Camino

El año 1149 el conde de Barcelona va reconquistar Lleida, y quedó de nuevo practicable el paso hacia Aragón, a los hombres procedentes de las tierras y puertos de Tarragona y Barcelona. Desde el siglo XII, también a través de la Ribera del Segre, descendente desde Puigcerdá, la Seu d’Urgell y por Balaguer, hombres procedentes de la Llombardia, Provenza y Languedoc, llegarían a Lleida aprovechando que las abiertas llanuras traían en el interior de la Península.

En la edad media, la afluencia de peregrinos por las calles de la ciudad constituiría un hecho periódico y constante. A finales del siglo XV, debido a la enemistad con los reyes de Francia, las guerras y las facciones que infestaban las tierras del Principado hicieron disminuir en gran medida las peregrinaciones compostelanes, al menos, por el que se refiere a la vía del Segre.

Barrio de Romeu

En la Edad Media el término Romeu, al menos en nuestra nomenclatura urbana y comarcal, no tiene el significado de romeu o peregrino. Los bizantinos, denominaban Romaios a todo el que era romano, y así, Romeo y Romea acabaron siendo nombres patronímics que indicaban personas originales del Imperio Latino. Por lo tanto Romeo indicaría el barrio habitado por cristianos o mozárabes. Vemos, pues, que las expresiones de Pie y Cabeza de Romeu eran utilizadas por los leridanos del siglo XV para indicar el comienzo y el fin de la calle de pronunciado pendiente, el más largo y empinado de la ciudad vieja.

Instituto de Estudios Ilerdenses – IEI

BREVE HISTORIA DE La IEI: ORÍGENES Y CONSTITUCIÓN

El Instituto de Estudios Ilerdenses se creó el 25 de marzo de 1942, siendo Josep M. Porcioles presidente de la Diputación de Lleida.
El Antiguo Hospital de Santa Maria, suyo del Instituto de Estudios Ilerdenses, había estado hasta el año 1935 sede del Museo de Arte de Lleida que incluía los fondos de escultura procedentes del antiguo Museo Arqueológico del Seminario Diocesano de Lleida y los fondos de pintura del Museo Morera.
Al estallar la Guerra Civil española, el 1936, el edificio es convertido en Museo del Pueblo, gestionado por la Comisaría de Cultura de la Generalitat de Cataluña en Lleida, y utilizado como depósito donde ingresan todos los materiales procedentes de las confiscaciones efectuadas por el gobierno de la Generalitat. Posteriormente, el 27 de marzo de 1938, este depósito queda en manso del SDPAN (Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional).
El año 1941, el delegado del SDPAN en Lleida es J.A. Tarragó Pleyan, quien también es la persona comisionada por la Diputación de Lleida para tomar posesión del edificio del antiguo hospital de Santa Maria y de todo el que contiene.
El 14 de febrero de 1941, J.A. Tarragó Pleyan presenta un informe sobre la instalación de un archivo histórico como uno de los posibles órganos del futuro: Centro de Estudios Leridanos.
Las gestiones para constituir el centro se suceden muy rápidamente.
La creación de la Instituto de Estudios Ilerdenses culmina en la reunión de la Comisión Gestora de 25 de marzo de 1942.
En la vida institucional de la IEI se distinguen claramente dos etapas: el PRIMER PERIODO alcanza desde su creación el 1942 hasta el 1986; y la SEGUNDA ETAPA, desde este año hasta el actual.

IEI: DEFINICIÓN Y FINALIDADES

La Fundación Pública Instituto de Estudios Ilerdenses adopta, en la actualidad, la forma de organismo autónomo: esto significa que tiene la gestión directa, en régimen de descentralización, del servicio público que la Diputación de Lleida le ha asignado, en este caso los servicios de cultura. Disfruta de personalidad jurídica y patrimonio propios.
Desde el punto de vista económico depende fundamentalmente de la aportación presupuestaria de la Diputación. Está sometida al régimen tutelar de esta, es decir, necesita la aprobación del Pleno de la Corporación provincial en relación a ciertos aspectos de su gestión, como por ejemplo, los presupuestos, la modificación de los estatutos, la designación del director de la institución, etc. La constitución de este organismo autónomo viene motivada por el traspaso de todas las funciones de cultura de la Diputación al Instituto para evitar dualidad de funciones con el nuevo organismo emergente, a finales de la década de los setenta. Este traspaso queda reflejado en las finalidades asumidas por la Fundación.
De este modo, definimos como finalidades de la IEI:

La promoción del estudio y la investigación del pasado, presente y futuro de las comarcas de Lleida.
– El fomento de las ciencias, las letras y las artes.
– La divulgación cultural.
– La normalización del uso de la lengua.

Finalidades y actuaciones sectoriales que se combinan con la acción común de asistencia y cooperación económica, cultural, técnica y de cualquiera otro tipo, relacionada con la Fundación, a favor de las comarcas y los municipios del territorio de Lleida.

INFORMACIÓN GENERAL DE La IEI. El EDIFICIO: ANTIGUO HOSPITAL DE SANTA MARIA

La Fundación Pública Instituto de Estudios Ilerdenses de la Diputación de Lleida tiene su sede al edificio del antiguo hospital de Santa Maria. Ubicado en medio del centro comercial histórico de la ciudad de Lleida, este edificio es uno de los mejores exponentes conservados del gótico civil catalán (siglos XV-XVI).
Creado para amalgamar los siete hospitales privados existentes a la Lleida medieval, el hospital general de Santa Maria fue iniciado en 1454, bajo los auspicios de los paers de la ciudad y de la reina Maria, mujer de Alfons el Magnánimo.
Si bien el proceso de las obras estuvo caracterizado por numerosas paralizaciones (el edificio no se acabó hasta la primera mitad del siglo XVI), el volumen general viene marcado por la homogeneidad.

De todo el edificio hay que remarcar el patio central, de estructura cuadrada, proporciones equilibradas y de dos niveles de altura, en el cual resalta la escalera noble de acceso al piso superior y la galería de arcos apuntados.
En las fachadas, nobles y austeras, destacan espaciosos ventanales rectangulares que iluminan los dos pisos superiores del edificio.
Así mismo hay que mencionar que la decoración se reservó para ornamentar la fachada principal presidida por una imagen gótica de la Virgen Maria, advocació del hospital. La escultura incorpora también tres escudos de armas catalanas, obra de Bertran de la Borde (1462-1485).

En el patio central sorprende, desde el punto de vista arquitectónico, la escalinata de piedra completamente cubierta y la galería de arcos que rodea interiormente el edificio.
La planta y levantados generales del edificio fue el resultado del trabajo de artistas surgidos de la obra de la Sede Vieja, concretamente de Jordi Safont y Jaume Borrel.
El hospital, como el resto de edificios monumentales de Lleida, sufrió las consecuencias de la Guerra de Sucesión: si bien fue creado para ser un hospital público y civil, Felipe V utilizó la mitad del suyo espacio convirtiéndolo en hospital militar, función bajo la cual quedó hasta el 1854 en que devolvió a uso exclusivamente civil.
El año 1915 el edificio pasó a ser propiedad de la Diputación de Lleida, la cual lo destinó a hasta puramente culturales: en 1942 se crea la Fundación Pública Instituto de Estudios Ilerdenses y le es cedido el antiguo hospital de Santa Maria como sede en perpetuidad.

Historia del Hospital de Santa Maria

El año 1445, el Consejo General de la Paeria y el Capítulo Catedralicio de Lleida pidieron al Santo Padre Eugeni IV que los siete hospitales de fundación privada que tenía la ciudad se fusionaran en uno sólo, puesto que difícilmente podían sostenerse aisladamente.

El 1453, el mencionado Consejo compró varios terrenos particulares en la plaza de la Bladeria Vieja para construir el edificio. El hospital adoptó el nombre de la reina Maria, esposa de Alfons el Magnánimo, porque concedió los permisos reales. El 13 de abril de 1454 empezaron las obras, bajo la dirección de Andreu Pino, maestro de obras de la Sede Vieja.

A partir de 1455 se continuó la construcción del Hospital gracias a la ayuda de una renta de 200 libras jaqueses procedentes de los fondos de la Pia Limosna de la Sede. El 1459, para hacer frente a los gastos de construcción del Hospital, los paers impusieron un dinero por cada libra de carne sacrificada comprada a las carnicerías de Lleida y también acordaron de imponer un dinero a todos los forasteros que pasaran por la ciudad. Las obras fueron acabadas en 1517.
Después de la Guerra de Sucesión, una parte del edificio se convirtió en hospital militar con el nombre de Hospital del Rey. El año 1854, el edificio aconteció otra vez hospital civil exclusivamente. A partir de aquel momento, el Hospital restó en manso de la Paeria.
El año 1914, la Paeria y la Diputación hicieron un convenio para construir un hospital que diera cabida a los enfermos de la demarcación de Lleida. Las obras irían a cargo de la Diputación y a cambio, el Ayuntamiento le cedió el Hospital de Santa Maria y una pieza de tierra a la partida de Rejolar (cerca de la iglesia de Santo Martí).
El 1918 la Diputación adquirió unos terrenos a la carretera de Huesca, y el 1923, bajo la dirección del arquitecto Joaquim Porqueras y Bañeres, empezaron las obras del nuevo Hospital, que fue inaugurado el 1 de mayo de 1928.
Desde aquel momento, diferentes entidades ocuparon el antiguo Hospital de Santa Maria. Desde 1934 a 1938 se convirtió en Museo del Pueblo.
El año 1942, la Diputación de Lleida, creó el Instituto de Estudios Ilerdenses y le cedió el uso exclusivo del edificio para sus finalidades. Desde su origen, hasta muy entrada la década del 1980, el IEI siguió la cultura oficial del franquismo.
El 1986, se produjo una profunda reforma de la Institución, de acuerdo con los cambios políticos que experimentó la sociedad a partir de la transición democrática.
En la actualidad, la sede del Instituto de Estudios Ilerdenses, acoge los servicios de: numismática, arqueología, archivos y legados, audiovisuales, publicaciones, biblioteca-hemeroteca, difusión interior, difusión exterior, administración y gestión económica. Además de estos servicios el edificio también acoge las actividades de los departamentos de artes, ciencias de la educación, ciencias experimentales, matemáticas y nuevas tecnologías, ciencias jurídicas, económicas y sociales, ciencias de la vida y la salud, micologia, geografía e historia, y letras.